Cuando el maestro Andrés Moreno Nájera me mostró las narraciones aquí impresas me dijo: "para ellos los narradores" estas historias son reales aunque para uno sean fantásticas. Eso es exactamente lo que concluyó Italo Calvino en su colección de cuentos populares italianos Fiabe italiane después de mucho analizar, clasificar y estudiar cientos de cuentos y narraciones: los cuentos son reales.
Estas narraciones nos hablan de lo bueno de compartir la música, el baile, la tarima, la comida, es decir la vida en comunidad.
Encontramos también los temas y la ética que guían a una comunidad: el son y el fandango son bienes que se comparten y no se le niegan a nadie so pena de atraer el mal. Cuando esta temática se comparte, el individuo crece, como crece la comunidad al ejercitar la inclusión de otros.
Los instrumentos musicales son, en esta colección de cuentos, el punto de enfoque donde las virtudes de compartir la música dan la batalla contra la envidia, el egoísmo y el individualismo para ganarse a la comunidad y al individuo; la salvación del individuo debe pasar por la salvación de otros y por lo tanto de la comunidad. Y son la música, el son y el fandango, el portal que da entrada y salida a seres mitológicos a través de los cuales la comunidad conversa consigo misma.