En 1977 ocurrió en Monterrey uno de esos asesinatos que vuelven mucho más que un asunto policial. Tras un torpe intento de violación en el que una muchacha había muerto y otra quedó herida, la sociedad de se dividió, la ciudad exhibió su xenofobia, la vieja moral se tambaleó, se desmoronó el monolito de la gente bien, la prensa tomó la decisión de informar detalles que muchos no deseaban conocer