Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Los liberales del Salado hacen que se cumpla el
espíritu de la Guerra de los Tres Años al impedir la
celebración de actos de culto externo. Los conservadores,
en cambio, ejercen sus creencias auspiciando
fiestas religiosas. Un hecho jocoso de esta índole
origina la acción de la novela. Para mi gusto, Emilio
Rabasa es uno de los mejores novelistas mexicanos
del siglo XIX. Como pocos sabe contar las peripecias
de la anécdota, sabe explicar con malicia y humor el
porqué de las acciones. Sus personajes son sueltos,
convincentes, posibles. A diferencia de otros autores,
su primavera tiene cenzontles y clarines; sus bosques,
cedros, caobas y ocotes. Su lenguaje, sin dejar de ser
castizo, posee un inconfundible sello nacional. Sus
novelas son imprescindibles para conocer los distintos
aspectos de la vida en la segunda mitad de nuestro
siglo XIX.