La violencia acompaña al hombre desde que se tiene memoria; la ferocidad ha derrotado a la razón y ejerce cierta fascinación en todas las sociedades. La criminalidad es un tema apasionante no sólo por ser el escenario donde aparenta triunfar la irracionalidad, sino también porque sus actos y actores parecen repetirse y renovarse sin tregua. La vastedad del mundo criminal da vértigo