El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
La Revolución industrial no fue un fenómeno que se produjera sólo en las fábricas, ya que la agricultura, el comercio, las finanzas, la estructura de la sociedad, la educación y la valoración del individuo sufrieron alteraciones profundas en proporción semejante a la industria, como nos los muestra Ashton en este Breviario..