Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
Un corazón bajo una sotana quedó ubicado entre los textos «juveniles», sin demasiado análisis, hasta 1971, fecha en que empiezan a percibirse distintos estratos y se descubre que bajo la «travesura de chiquillo» hay mucho más, por lo menos hasta tres posibles capas de lectura incrustadas en datos biográficos traspuestos, en relaciones contextuales del lenguaje y en el empleo de referencias de otros autores.
El primer plano, con su tufo de anticlericalismo y obscenidad, describe una realidad cotidiana: un ambiente estudiantil con falta de higiene, lleno de jerga sexual. En un segundo plano, el joven Rimbaud somete los clichés del movimiento romántico a una lectura erótica que los mancilla con significaciones escatológicas y obscenas. Una tercera lectura tendría una clave histórica, en función de ciertas alusiones a miembros de la familia imperial.