Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
No hay nadie más experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 años no sólo es la mayor de cuatro hermanos, también es la compañera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante al la vez que estudia muy duro para las clases. Después de que su padre se marcharse sin ninguna explicación cuando ella tenía sólo 16 años, aprendió una gran lección: no te fíes de ningún tipo con sonrisa arrolladora y un imán natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmático y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer mágicamente mariposas en su estómago y que irremediablemente cambiará su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.
Una historia de amor auténtico, un amor que no tiene fin, un amor de dos caras que sólo es el principio. La novela New Adult que marca la diferencia.
La primera edición de Je voudrais pas crever (No me gustaría palmarla) es de junio de 1962, tres años después del fallecimiento de Boris Vian.
En 2003, el ilustrador de Montréal Thierry Martin (Martin Matje) ideó el proyecto de una versión ilustrada de estos poemas de Vian. Brigitte Bouchard, la editora de Les Allusifs, fue la encargada de implicar a toda una comunidad de ilustradores cercanos a Martin Matje en las dos orillas del Atlántico.
Para celebrar el 50 aniversario del adiós de Boris Vian en nuestra lengua estos versos que les presentamos aquí. Varias generaciones de poetas, músicos, escritores, traductores, forman este Vianteam que se ha encargado de planear con irreverente elegancia por encima de unos poemas que han cobrado vida propia en nuestra lengua. Porque Vian inventa palabras, sí, para reírse de la muerte, con ironía y un especial sentido del humor (del mismo modo que inventan algunos de los participantes), porque ese lenguaje que le es propio también es absolutamente universal, accesible, como lo demuestran en este libro todos y cada uno de sus adaptadores y traductores.