Londres 1918. La Primera Guerra Mundial parece no tener fin. Los soldados siguen muriendo por centenares de miles en las trincheras. Y mientras cada vez son más los que se rebelan y optan por el pacifismo, mayor es también la represión y el rechazo social hacia los que apuestan por la paz y en contra de un patriotismo ciego que sólo acepta la destrucción del enemigo. Billy Prior trabaja para el Servicio de Inteligencia del Ministerio de Municiones. Pero sus encuentros en privado con mujeres y hombres pacifistas, objetores de conciencia, homosexuales entran en conflicto con sus obligaciones como soldado.