El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Los cuadernos para colorear, denominados originalmente «libros para pintar», surgieron en el siglo xviii de la reflexión de varios pintores y pedagogos que vieron la necesidad de sensibilizar a la juventud con respecto a las prácticas artísticas. Este ejercicio lúdico, que es sabido que mejora las capacidades cognitivas de todo aquel que lo practica, acompañó al surgimiento de los lápices de colores y se popularizó a finales del siglo xix con la aparición de los primeros cuadernos para colorear. Fueron publicados por primera vez por los editores neoyorquinos McLoughlin en 1879 y los niños los han utilizado de manera sistemática a partir de principios de los años treinta del pasado siglo