Tal vez el elemento más original y específico del Helenismo sea la poesía bucólica, o pastoril, como ya debieron de percibir los antiguos, que la valoraron y adoptaron hasta bien entrados los tiempos de las diversas literaturas europeas. El creador de este subgénero fue el siracusano Teócrito, y los poetas Mosco y Bión también lo cultivaron con excelencia.