He aquí la historia de amor entre un hombre y sus libros, y entre ese mismo hombre y su perro, resumen argumental que no desdice la
originalidad de Florido granado caduco marchito, una novela en la que no se humaniza a los animales y los libros no salvan a nadie, una
conversación a una sola voz en la que no hay lugar para el sentimentalismo y un viaje en coche que transcurre a través de las cuatro
estaciones, digamos metafísicas, del título.