Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Un pintor hacia el umbral de su muerte da vida al universo de Akkán. Durante su delirio lo acompaña una presencia femenina, representada por su pareja Mara, un arquetipo de la muerte que el hombre ha deseado desde siempre y que adopta el papel de oráculo. Es tan impactante la premonición de las cartas para el pintor, que se suicida dejando solo algunos bocetos del mítico lugar. El incansable amor que la mujer siente por Nikki, el pintor; la obsesiona al punto de querer llegra hasta donde esté por medio de la Santa Muerte.