Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Este libro relata la extraordinaria historia de un grupo de veinte pacientes ingresados en el Hospital Monte Carmelo de Nueva York, supervivientes de la gran epidemia de encefalitis letárgica que alcanzó dimensiones planetarias en los años veinte del siglo pasado, y del asombroso y súbito despertar que experimentaron cuarenta años más tarde gracias al doctor Oliver Sacks, que les administró l dopa, un medicamento de reciente aparición por aquel entonces en el mercado. Las anécdotas que cuenta de esa serie de pacientes son siempre conmovedoras, dan testimonio del valor con el que se enfrentaron a la enfermedad y a veces tienen connotaciones trágicas.