Aníbal Santiago saca a la luz un
alucinante país invisible, en diecinueve
historias que perpetúan episodios
desconocidos y vidas que
deambulan por ahí: gladiadores
que controlan cárceles, niños que
estudian en una ciudad dantesca,
afrodisíacas discotecas, enigmáticos
robos en iglesias, reporteros
en el infierno. La realidad aparece
con claroscuros propios de las
artes plásticas y, como en el cine,
al jugar con el tiempo desenmascara
los secretos de la trama