¿Usted cree que nos salva de la perversión? De ninguna manera. Abra este libro y encontrará las delicias de la Ñora, una mujer, que como tantas otras, habita y se regodea en la perversión de lo casero. No le tenga miedo. Seguramente la encontrará muy parecida a usted misma, su mamá o alguna de su familia, porque estamos viviendo un momento poco brillante de la civilización y todavía se nos ocurre decir que es natural cuidar a cuatro hijos, atender una casa, no descansar ni en domingo A sin cobrara, como si no fuera más difícil que matar un cerdo a pellizcos