Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La inconfundible voz de Alejandro Zambra se oye con fuerza y delicadeza en las páginas de este libro que, alentados por la paradoja del título, podemos comprender como un originalísimo elogio de la lectura. Inventario de filias, fobias y caprichos, delicioso álbum de citas, proyectos frustrados y declaraciones de amor a las fotocopias, a la penumbra, a la palabra borrador, a la poesía chilena y a los orilleros del boom latinoamericano, No leer es un libro apasionado, extraño, divertido y melancólico, de quien es uno de los escritores latinoamericanos más talentosos y reconocidos de los tiempos recientes. Un libro de ensayos hermoso y coherente con la poética que Zambra ha desplegado en su ficción, lo que refuerza la idea de que la mejor crítica siempre es la que hacen los propios escritores. Aquí hay claridad y pasión, generosidad y agudeza, excentricidad y, también, cómo no, una inteligencia admirable para desplegar el rencor (Álvaro Matus).