Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La obra expone algunas de las grandes problemáticas en materia de violaciones a derechos humanos a las que se enfrentaron diversos Estados durante la segunda mitad del siglo XX y los inicios del XXI, tales como las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas, la tortura, la migración, el genocidio y los procesos de justicia que les siguieron. Redactada con base en la vida y la experiencia del activista internacional de derechos humanos Juan E. Méndez, cada capítulo aborda de manera individual dichas problemáticas y desarrolla pequeños relatos en donde se narran los hechos de las violaciones, las torturas, la intervención de organizaciones internacionales y la búsqueda de justicia.
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