Ahora niños han empezado a desaparecer sin dejar rastro por toda Astoria y el caso de los Darling
vuelve a estar en el foco de todas las miradas, ¿acaso están relacionados?
Wendy no quiere abrir esa herida. No quiere más interrogatorios policiales. No quiere sentir
esperanza. Pero, entonces, un chico inconsciente cae del cielo directo hacia ella.
Un chico imposible. Uno que no debería existir fuera de las historias que Wendy les contaba a sus
hermanos antes de dormir. Uno que le dice que, si no actúan pronto, los niños perdidos correrán la
misma suerte que John y Michael.