Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Es esta una historia que, como dice Esteban Ascencio, se ve entre calles y se comenta en voz baja. Una historia a la que muchos han dado o darían la espalda. En ella hay una constante: la tragedia que en el día a día enfrenta el habitante de cualquier ciudad.