Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En este ensayo, Luis Villoro examina las diversas representaciones de lo indígena en la conciencia mexicana. Tres momentos le sirven al autor para llevar a cabo su estudio: la conquista de América, con la correspondiente cosmovisión religiosa que los españoles aportaron al Nuevo Mundo; la culminación del racionalismo moderno en la ilustración del siglo XVIII y el cientismo del XIX, y el surgimiento del indigenismo contemporáneo como resultado de la nueva orientación de preocupación histórica y social. Publicada originalmente en 1950, esta obra forma parte de los esfuerzos del grupo Hiperión por construir una filosofía propiamente