Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Este es un registro literario terriblemente humano, único, desgarrador. Es un testimonio escrito a dos manos, por un narrador omnisciente y un crítico inteligente, le otorgan a cada palabra el peso semántico y conceptual para valorar una novela sui géneris. El novelista Gregorio Martínez no terminó de escribir la parte final. Sin embargo como en la gran literatura, no hay nada inconcluso