Un trágico accidente propicia la celebración de una cena en la que un hombre se reúne con
los hijos que ha dejado atrás en su búsqueda de un camino propio y sin ataduras. Durante el
encuentro, en una casona repleta de fantasmas, se producen una serie de diálogos en los que
se revelarán dudas, reproches, anhelos, preguntas y respuestas entre padre e hijos sobre los
destinos que hubieran seguido sus vidas de haberse consolidado como una auténtica familia,
eso que Borges denominó