El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Si todo camino exitoso de escritura tiene un punto de quiebre y se espera, de esa obra en adelante, siempre algo excepcional del autor, Palmeras de la brisa rápida es el hito de las crónicas que ha escrito Juan Villoro. Hacia finales del siglo XX recorrió la península de Yucatán a bordo de un Volkswagen destartalado. Y lo que en principio fue una expedición hacia el mundo del que le habían hablado su madre y su abuela terminó siendo un viaje hacia las entrañas del turismo en masa. Huyéndole a los guías de viaje con tendencia chamánica y a las olas de calor producto del ecocidio, Villoro buscó los trazos de su genealogía en lo que había permanecido en la sombra: un brillante ajedrecista olvidado, ruinas sin marketing, haciendas henequeneras y amantes de la fauna, la flora y el beisbol. En una entrevista comentó que el objetivo de su viaje fue “comprobar que lo cotidiano puede ser todavía misterioso y sorprendente”, pero ocurrió algo mejor: encontró una forma propia y refrescante de abordar la literatura de viajes.