Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Cuando un mundo convulsionado y en cambio, que amenaza con intensificar la conflagración a gran escala, es relatado y reducido a la sempiterna lucha entre el bien y el mal, democracia contra autocracia, eso sólo puede significar una cosa: nos han hurtado el derecho a debatir, a discernir entre lo posible y lo inventado, entre hechos probados y propaganda.