Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Don Fernando mira. Mira por la ventana de la casa hacia el jardín, con los ojos abiertos de par en par, con los ojos entornados, con un solo ojo. Don Fernando es un misterio para sí mismo. Tiene la sensación de que ha perdido algo importante, pero no sabe qué. ¿Un calcetín con estrellas rojas y amarillas? ¿Un príncipe de papel? ¿Un minúsculo espejo? Si quieres saber lo que ha perdido don Fernando, debes leer muy despacio. Tan despacio que todo se calme a tu alrededor.
Libros relacionados
Esa cosa con plumas La sorprendente vida de las aves