Los autores promovieron durante décadas la dieta crudívora, sin embargo, llegaron al descubrimiento de que no siempre una dieta totalmente crudívora es la mejor. Uno de los motivos que los llevaron a esta conclusión fue el impacto de las grasas Omega 6 frutos secos. Diversos estudios científicos muestran que cuando dichos aceites se consumen en exceso sin equilibrarlos con Omega 3 pueden propiciar obesidad e inflamación crónica. El libro desgrana los errores que los autores descubrieron en la dieta crudívora y los principales cambios que introdujeron en su alimentación. Informa también del valor nutricional de los alimentos, que depende en gran parte del tiempo y de la intensidad del proceso de cocción. Incluye más de 100 recetas, tanto crudívoras como con alimentos hervidos y al vapor, así como numerosos aperitivos y postres