Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Filósofo húngaro, político y crítico literario, György Lukács (1885-1971) es considerado uno de los intelectuales marxistas más influyentes del siglo pasado. Marcado por la filosofía de Kant y Weber, su obra, fundamental para la interpretación de las teorías de clase y la alienación del trabajo, influiría en el pensamiento de grandes figuras de la política del siglo XX como Ernesto Che Guevara. La ontología del ser social es una obra que no sólo renueva la tradición de la gran filosofía clásica, sino que también permite extender los intereses filosóficos a ramas de la ciencia que se habían mantenido al margen en la reflexión filosófica contemporánea. Ningún otro filósofo, antes que Lukács, ha colocado tan fuertemente el énfasis sobre el trabajo como principio de hominización. La presente traducción se ha realizado del original en alemán de su obra póstuma La ontología del ser social