Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En esta fascinante y provocativa exploración de la relación que existe entre la sociedad moderna y sus objetos, Jean Baudrillard desafía las concepciones convencionales sobre el consumo y la producción para argumentar que, en las llamadas sociedades de consumo, los objetos ya no se producen con el objetivo principal de dar satisfacción a las necesidades primordiales del hombre, ni tampoco a esas necesidades secundarias pero no menos reales de la comodidad, el esparcimiento, el lujo estético. Los más impresionantes objetos que el sistema de producción crea no están destinados al consumo en la expresión obsoleta del término: no serán devorados ni asimilados, pues ya no son satisfactores primarios, sino que se han convertido en signos de un juego freudiano en el que participan las más profundas motivaciones del ser humano. La persona que se enajena en la producción se recupera a sí misma en la adquisición, y en la tenencia renovada de objetos ella se siente sobrevivir ante la repetida mortalidad de los objetos-signos. El consumo de objetos, en resumen, no solamente impulsa la economía, sino que moldea también nuestra identidad y la percepción del mundo que nos rodea.
La lúcida prosa y el profundo análisis de Baudrillard penetran en el corazón de la cultura contemporánea, revelando las complejidades de nuestra relación con los objetos y la manera en que éstos influyen en nuestra experiencia de la vida cotidiana. Por ello, El sistema de los objetos es una lectura fundamental para los interesados en la sociología, la filosofía y la cultura contemporáneas: se trate de estudiantes universitarios o de profesionales del marketing, la antropología o el diseño, todos encontrarán en este libro una perspectiva única y estimulante.