Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
El presente libro aborda un tema polémico en el discurso museográfico actual: el hecho de que, en la actualidad, los museos presentan una realidad fragmentada que ignora las relaciones entre las distintas manifestaciones culturales; desvincula el presente del pasado; impide la comprensión de los problemas humanos y sociales; renuncia a la crítica y fracasa en su misión de ayudar a la sociedad a explicarse el mundo. De acuerdo con el autor, Horst Kurnitzky, al igual que en los grandes almacenes donde la gente deambula pasmada ante maravillas incomprensibles e inaccesibles, y de manera similar a los lugares donde se celebran acontecimientos u ocurren espectáculos.,os museos de nuestros días ofrecen objeto mejorados con efectos de luz y sonido, detalles folclóricos o representaciones teatrales a la manera hollywoodense. Al igual que otras instituciones sociales, se han convertido en agentes del mercado de la sociedad posmoderna y sus tiendas en los lugares centrales.La tendencia a la mercantilización de los museos es el tema de este libro. Con la pérdida de estos en su calidad de instituciones junto con las universidades que transmiten una con ciencia de sí misma, la sociedad pierde la posibilidad de reflexionar y de orientar su futuro.Los museos no deben ser repositorios de objetos "bellos" o "importantes" preseados en forma simple y atractiva, sino instituciones cuya función principal sea servir a la sociedad como lugar de la memoria y la ilustración, según se propuso en el Siglo de las Luces. Esta función la tienen las galerías, los monumentos históricos, arqueológicos y etnográficos, las cuevas con pinturas rupestres, las ciudades -sobre todo sus centros históricos- y los paisajes míticos importantes para los pueblos que también son museos, tal como lo afirma la carta del Consejo Internacional de Museos (ICOM) de 1946.