Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
El papel nos enfrenta, desde las primeras letras, a un
diálogo callado y solitario con nosotros mismos. Cuadriculado para las operaciones
matemáticas; pautado para que en él se
posen las notas como aves; blanco, para enfrentarnos al horro y el placer del
vacío. El papel vacío defendido por la
blancura, como exigía Stéphane Mallarmé.
De la elección del lado oscuro o luminoso de la fuerza depende el
destino que demos al papel, el homenaje que rindamos al utilizar esa invención
que forma parte esencial de nuestra vida.