Blaise Pascal (1623-1662) hombre de su tiempo, concilió el estilo del pensamiento directo con el arte de una retorica persuasiva, que empleaba a un tiempo la paradoja, el asombro y la sorpresa. Esta caracterÃstica estarÃa presente por igual en los dos objetos de su estudio: las ciencias fÃsicas y la antropológica cristiana.
Hemos entrado con el siglo en una nueva época la dominación universal, no sujeta a ley alguna, del capital financiero global sobre las naciones, las sociedades, las economías y las vidas, cualesquiera sean sus diversas historias, culturas, formas y grados de organización y desarrollo. Es un mundo nuevo, turbulento y expansivo, pero no un mundo feliz. Sujeto a amenazas sin precedentes sobre su existencia misma y plena de desdichas por la destrucción de antiguas costumbres, solidaridades, seguridades y rutinas, este mundo se presenta también como una promesa de disfrute hoy negado de sus fantásticos descubrimientos, invenciones y posibilidades, ya presentes, de goce para todos.