Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Muertes de aurora es una de las obras más conmovedoras que he leído. En un universo delirante, alcoholizado, opresivo, se desarrollan las historias de uno de los trabajadores petroleros que tiene como espacio vital del movimiento estudiantil de 1968. Pero lejos del canto épico y edificante, de la novela pedagógica y panfletaria, el autor construye en un ambiente sórdido, un laberinto sin salida, un espejo de la degradación no solo de la política sino de las relaciones humanas