Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Este libro presenta diversos debates, perspectivas, voces y miradas en torno al campo del erotismo y la pornografía. Raquel Osborne profundiza acerca de la complejidad que implica una supuesta diferenciación entre erotismo y pornografía poniendo de relieve que se trata de un terreno muy resbaladizo y donde los sesgos de todo tipo, tanto más se filtran, cuanta mayor es la intención de diferenciar entre estos dos conceptos. Michela Marzano llama la atención sobre la paradoja de la sociedad contemporánea que se enorgullece de su discurso sobre las relaciones íntimas, presentándolas como la expresión de un intercambio basado enteramente en la autonomía y la libertad individual y propone cuestionar el verdadero resultado de la liberación sexual. Irene Meler aborda las tendencias contemporáneas de la sexualidad desde una perspectiva que articula el enfoque de Género con el análisis de las subjetividades. Los deseos y las prácticas sexuales constituyen analizadores privilegiados del estado de las relaciones de género, donde el poder se anuda con el deseo de modo inextricable. Jorge Leite Jr. discute el predominio de la imagen del ano en la pornografía heterosexual convencional contemporánea. Sea en las prácticas sexuales (sexo anal) o principalmente como exposición de órgano, el ano en estas producciones parece cada vez más tomar el lugar que, históricamente, estaba reservado para la cara la expresión de la individualidad humana.