El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Las lesbianas, en busca de una identidad colectiva que las libere del encierro de los diversos clósets, se relacionan primero con el movimiento homosexual y luego con el feminista, donde encuentran coincidencias que identifican como una etapa de búsqueda de la igualdad. Pronto las diferencias se hacen evidentes, la misioginia y el falocentrismo de los homosexuales y el heterocentrismo de las feministas. Buscan entonces la autonomía, demandas especificas, un lenguaje propio y una lógica que expliquen en primera voz la dinámica de su existencia.