El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En su primera parte, el libro busca despertar la indignación sobre las violencias que hemos vivido las mujeres a través de los tiempos, cómo nos han invisibilizado, desplazado del espacio público y por ende de lo político en su intento por borrarnos de la historia. Posteriormente damos una visión sobre nuestra participación actual, en términos del poder y la forma de asumir la política, para que finalmente, propongamos los principios para resignificar el poder, bajo liderazgos horizontales, colaborativos, con una lógica diferente donde cambiemos los espacios de dominación, por espacios de comunión y consenso, y que nos permitan frenar la despolitización multidimensional de las que somos sujetas.