Para la riqueza de su territorio, México se ubica entre los cinco países de mayor adversidad biológica del mundo. Una infinidad de plantas, hongos, animales, microorganismos de gran diversidad constituye una trama de la vida de selvas, bosques, extensas zonas áridas, caudalosos ríos, lagos, estéreos y cenotes, así como vastos litorales bañados por mares, océanos y golfos.Asomarse a este universo, tomar conciencia de su infinita riqueza, de su importancia y de las amenazas que sobre él se ciernen, puede ser un incentivo para contribuir a detener su destrucción e impulsar un uso adecuado, que no comprometa su futuro ni el del país.