Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Las investigaciones pioneras del doctor Joseph Benedicta Warren sobre la conquista de Michoacán, los hospitales-pueblos, la figura y obra de Don Vasco de Quiroga, se han convertido en partea guas de la historiografía michoacana, las cuales, junto con la obra editorial de Vocabularios, Artes de la lengua y Gramáticas del tarasco, han abierto amplios caminos a los estudiosos contemporáneos del convulsivo siglo XVI michoacano. Convertidos sus libros en clásicos, los ensayos aquí reunidos son un homenaje al historiador que por más de medio siglo se ha dedicado al estudio del pasado de Michoacán y al mismo tiempo es un profundo agradecimiento a su incansable labor, reconocida en esta obra por etnohistoria dores, ling