Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Estamos demasiado acostumbrados a pensar en la noción de persona como un alma encarcelada en un cuerpo que algún día habrá de morir. Pero no en todas partes la historia tiene que ser así. Entre los tzeltales de Los Altos de Chiapas la noción de persona está integrada por dos cuerpos (un cuerpo-carne y un cuerpo-presencia) y por una infinidad de almas que constantemente luchan por volver a la montaña de la que salieron para dar vida a la persona. Esta concepción del ser humano naturalmente deriva en interesantes perspectivas sobre la vida, la muerte, la enfermedad, el dolor, el goce. A partir de un enfoque hacia una labor en favor de la recuperación, revaloración, desarrollo y difusión de la cultura maya, el libro que busca descifrar el fascinante unirnos comprender nuevos matices del pensamiento de los mayas actuales.Pedro Pitarch Ramón es licenciado en Historia de América por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Antropología por la Universidad de Nueva York. Ha trabajado con indígenas de lengua maya-tzeltal de la región de Los Altos de Chiapas, México, habiéndose interesado especialmente por cuestiones de chamanismo, medicina, textos rituales y, en general, las concepciones nativas de la persona.