Nelsy Dambre es considerada como la formadora de la primera generación de bailarines clásicos mexicanos profesionales. Es bien conocida su importancia a través de la compañía de ballet que ella misma formara en México, en 1950, cuya influencia se prolongó por medio de sus alumnos e intérpretes durante varias generaciones. Sin embargo, era necesario documentar el periodo que esta personalidad vivió en Francia, desde su nacimiento hasta el momento en que se embarcó con destino a México.