Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Siempre nos ha intrigado la mirada animal. No sabemos si reconocernos en el iris de estos parientes primigenios o, al contrario, si afirmar la diferencia de una supuesta superioridad con estos seres cuya presencia buscamos obsesivamente. Los animales del Arca de Noé de Francisco Mata son perturbadores, distantes. ¿Desde dónde nos observa esta fauna petrificada? Con sus imágenes, Francisco Mata parece hacer conciencia de la relación que hemos desarrollado con los animales y con nuestro entorno natural, y formula una pregunta urgente: ¿qué está haciendo consigo el ser humano? ¿cómo sería una nueva arca de Noé?