Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Desafortunadamente la palabra algoritmo asusta a las personas. Le temen a un mundo tecnológico que se está volviendo muy complicado para entenderlo. Al parecer ésta es la razón por la que generalmente los diseños de las interfaces vienen en colores amigables para los usuarios.
La verdad es que los algoritmos influyen mucho en nuestra vida diaria como para dejarlos de lado. Lo bueno es que comprender qué pasa con ellos no es tan difícil. Ni siquiera es necesario saber de códigos de programación. Es mucho más importante comprender cómo la posibilidad de hacer búsquedas a través del conocimiento convierte aquello que se puede conocer y filtrar en una sociedad en lo más importante, y cómo podemos darle forma a este proceso. Por ahora, es un hecho que el tejido social de nuestra vida cotidiana está cambiando, pero nosotros somos parte de este cambio. No son las máquinas por sí mismas. El arte es una manera de explorar este cambio.
En el pasado, los símbolos y los rituales nos ayudaban a recordar; en la actualidad son los documentos digitales los que nos ayudan a hacerlo. También podríamos ver la documentación de un determinado momento como un proceso para sopesarlo, para asirlo conscientemente.