Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Leo Marz ha dedicado los últimos ocho años a buscar obras de arte perdidas, anécdotas desconocidas que se esconden en artefactos famosos, y a materializar los relatos de eventos oscuros que rompen o modifican la narrativa de nuestra cotidianidad.
Marz crea obras que, a partir de anécdotas personales, metarelatos y la intervención en el trabajo de otros artistas, revelan la fantasmagoría los procesos incómodos, ocultos del arte contemporáneo.
Su trabajo es el de un artista, un detective y un cazafantasmas cuyo testimonio se encuentra dentro de esta caja.