Es difícil apartar la vista de estas fotografías: nos muestran los cuerpos elegidos como imagen absoluta del mundo de una manera que parece estar revelándonoslos por primera vez; nada en ellos es natural; con mucha frecuencia la voluntad de impersonalidad lleva hasta el extremo de que el artista oculta los rostros de sus modelos, y porque nada es natural lo natural aparece y se nos muestra en toda su capacidad de revelación como arte erótico, arte en el que el espíritu ha tocado a la sexualidad para mostrárnosla a través de los ojos del conocimiento
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