Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Libro de arte que constituye un merecido homenaje a la gran aportación artística que hizo el maestro Raúl Anguiano a la plástica mexicana contemporánea, a cien años de su natalicio. El vasto y diverso acervo que conforma el libro (en su mayoría desconocido y en gran parte inédito), proviene de los archivos del autor. Está integrado por dibujos elaborados en diferentes técnicas: lápiz, carbón, sanguina, acuarela y prismacolor. Comprende material de los años treinta del siglo pasado hasta su fallecimiento en 2006, gran parte de éste son dibujos realizados en la década de los cuarenta, época de su apogeo. El libro cuenta en su mayoría con retratos y dibujos de figura humana, naturaleza muerta y una amplia cantidad de paisajes, no sólo de entorno campestre sino también citadinas creaciones arquitectónicas, preferentemente de la época colonial, los cuales comparten la misma línea de implacable seguridad, así como la economía de trazo.