Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
La obra compila reflexiones sobre la envidia entre mujeres, entre
padres e hijos, entre colegas y amigos, entre jóvenes y viejos, pobres
y ricos, hombres y mujeres, entre actrices, modelos, amantes y
entre perfectos desconocidos. Esto confirma el amplio espectro de
una pasión triste que es capaz de atravesar todo tipo de registros de
la condición humana, transformándose en poderosos afectos como
el resentimiento, la codicia, el rencor, el odio, la tristeza y la alegría
malsana, lo cual es analizado por los autores de estos ensayos