Pintor vanguardista cubano, era evidente en los trabajos de Lam así como la de Henri Matisse, así como también posiblemente de Joaquín Torres-García. En 1936, al visitar una exposición de Pablo Picasso se sintió fuertemente atraído hacia él tanto artística como políticamente. En 1938, se fue a vivir a París, donde el propio Picasso lo tomó bajo su tutela y alimentó su interés por el arte africano y máscaras primitivistas.
Libros relacionados
LES QUATRE SOLEILS. SOUVENIRS ET REFLEXIONS D'UN ETHNOLO