El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
¡Carnipanza! ¡No hablaremos demolido nada si no demolemos también las ruinas! y no veo otro modo de conseguirlo que levantando con ellas bellos edificios bien ordenados.