Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El Art Nouveau se desarrolló en formas muy diferentes entre la década de 1880 y la Primera Guerra Mundial, comenzando en Europa Occidental. Líneas orgánicas y formas vegetales, construcciones en hierro, vidrio y hormigón, así como la idea de "Gesamtkunstwerk" (obra de arte completa) se pueden encontrar en Londres, Glasgow y Riga, así como en San Petersburgo y Moscú. Pero, sobre todo en los países escandinavos y en Europa del Este, el Art Nouveau a menudo se convirtió en un estilo nacional joven propio, frecuentemente con un retorno a las tradiciones regionales. En otros países, como Holanda o Estados Unidos, el camino parece conducir directamente a la Modernidad, especialmente en arquitectura.