Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Inventar con una consecuencia extrema, individuos también extremos como los, que la definitiva, integraban el mundo ---, y yuxtaponer a estos individuos dentro de su disparidad. Estas líneas de Elías Canetti pueden aplicarse a La rueca y el paraíso: un juego de tiempos de paralelos y destinos simultáneos como se comporta el tejido atroz de la vida.
Una mañana un hombre, Jacobo Cartola, empleado de Representaciones Fantásticas Ruano, pierde sin saber en donde tres años de su existencia.