“La isla en el lago” no oculta su intención de crear un
vértigo narrativo que arrastre al lector y lo vincule estrechamente y para
siempre con sus páginas. Sus topos –la isla
en el lago– es sobre todo un rostro en el espejo: el de México-Tenochtitlán,
que bien puede ser el de Managua, Lima o Santiago, pues en él se reflejan los
rasgos inconfundibles del mestizaje. En
cuanto al Singapur, escenario triste y vulgar donde cada noche se congregan los
mismos ángeles caídos, es la alegoría del purgatorio donde expían su
culpabilidad los condenados al amor insaciable y sin esperanza.José Martínez Torres (ciudad de México, 1955) ha recibido
las becas Salvador Novo y del Centro Mexicano de Escritores. Es autor de dos volúmenes de cuentos: “Tributo
de quema” (1993) y “Los cristales planetarios” (inédito). “La isla en el lago” obtuvo el Premio
Nacional de Novela Breve Ciudad de Alarcón (1986), en Madrid, y el Premio
Nacional de Novela José Rubén Romero (1993), en México.